jueves, 5 de abril de 2007

El café de los 80...céntimos

Un revuelo especial recorría por la mañana los corrillos de todos los sitios donde hacía mi vida rutinaria. Una vez en clase comprendí lo que podía suceder. Resulta que la noche del martes, 27 de marzo, TVE1 emitió el programa Tengo una pregunta para usted, en el que Lorenzo Milá dirigía una batería de 100 preguntas que otros tantos ciudadanos harían a un invitado, en este caso, el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Es un formato novedoso en nuestro país que alcanzó casi 6 millones de espectadores. Tal fenómeno no ha pasado desapercibido en la blogosfera ni en los periodistas que cuentan con un blog dentro de ella.
La entrevista se convirtió en una especie de mitin; sin embargo, lo que más huella ha dejado es el comentario del presidente sobre el precio del café. Su respuesta a la pregunta de Jesús Cerdán, un agente inmobiliario de Navarra, a cerca de cuál era el precio de esta bebida:ZP respondió 80 céntimos.
Este es el fragmento del programa en torno al cual se ha levantado la polémica.
Enric Sierra en su blog de La Vanguardia, Vía Pública, hace una crítica interesante que pasa de puntillas por el precio del café y analiza lo que realmente quiso decir el ciudadano: el precio de la vida ha subido mientras el nivel de los sueldos apenas lo ha hecho o se mantiene igual. En el mismo periódico, Lluís Foix, en La Libreta, tiene un punto de vista irónico y sensato de la percepción de la sociedad sobre la política. Entiende el comentario de Zapatero como una anécdota que saca a relucir el carácter humano de los políticos. Un carácter que, según él, pocas veces pueden mostrar debido a la continua presión a la que se ven sometidos, tanto por los medios de difusión como por la opinión pública.
Añade que si esa opinión pública se queda en la anécdota, el problema no es que el presidente no sepa el precio que, a nivel general, paga un español por un café en casi cualquier bar o cafetería del país, sino en la visión simple y desfigurada que la sociedad tiene de lo que ocurre en la política española. Opina que el humor y la sátira son síntomas de inteligencia crítica cuando se entienden como complemento de un análisis político más profundo.
Desde mi trinchera, Fernando Ínigo, de Aragón Liberal, escribe un post casi contemporáneo a la emisión del programa en el que interpreta la intervención de Zapatero como un partido de fútbol en casa, en el que Milá ejerce de árbitro a favor del presidente. No le convence nada de lo que dice el entrevistado y cree que no es más que un discurso insulso, vacío y lleno de datos que a la mayoría de los españoles no interesa.
José Cavero en Peridista Digital ofrece una visión muy similar a la de los periodistas de La Vanguardia, en tanto que no presta tanta atención al precio del café como a lo que subyace en toda la entrevista: el presidente no está al corriente del precio de la vida de los ciudadanos porque no tiene sus mismos problemas y preocupaciones y la sociedad se queda en la anécdota, en lo superfluo.
Se nos ve el plumero es el blog de Martínez Soler en 20 minutos y en él nuevamente critica lo incomprensible de que,tanto la prensa como la opinión pública general,haya centrado su atención en lo que cuesta un café, según Zapatero. Sin embargo, afirma que no dijo nada que no conociéramos; sabía lo que tenía que contar y lo contó como quiso. Escribe un breve comentario de cómo recogieron los principales periódicos (ELPAÍS y EL MUNDO) esa noticia, dedicándole el espacio que normalmente ocupa un reportaje de mayor relevancia.

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